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Movilidad infantil

La infancia es la etapa en la que se comienza a aprender a coordinar los movimientos a través de diversas actividades y juegos, además de aprender en el día a día.

Para lesiones o niños con movilidad reducida es recomendable que se utilicen tanto muletas como sillas de ruedas especiales para ellos, que puedan adaptarse correctamente a su altura y así compensar el apoyo del cuerpo.

El uso de las muletas ortopédicas para niños ayuda a aliviar el dolor además de hacer que mantengan la independencia ganada ya que no necesitan ayuda para moverse.

¿Cuándo se debe utilizar las muletas infantiles?

- Cuando se necesita ayuda en equilibrio y estabilidad

- Para curar las lesiones en la pierna

- Para rehabilitación de cirugías

Productos para la movilidad infantil

- Muletas infantiles

En Clinicalfy tenemos una amplia gama de muletas infantiles de aluminio, tanto muleta axilar infantil como muleta infantil o bastón inglés infantil, con distintos colores a elegir.

- Sillas de ruedas infantiles

Las sillas de ruedas para niños son de aluminio para hacer que sean lo más ligeras posibles y combinadas con distintos colores para que sean más divertidas para los niños y niñas.

- Andadores infantiles

Para ayudar con la estabilidad, ofrecemos andadores infantiles de dos ruedas y andadores para niños de cuatro ruedas multicolores.

En nuestra ortopedia online queremos ofrecer los mejores productos para la movilidad infantil a los mejores precios.

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Movilidad infantil

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Preguntas frecuentes sobre movilidad infantil

¿Cuál es la edad recomendada para usar los productos de ocio para niños y bebes?

La edad recomendada para usar los productos de ocio para niños y bebés puede variar dependiendo del tipo de producto y las recomendaciones del fabricante. Sin embargo, aquí hay algunas pautas generales:

Parques infantiles y columpios: Los parques infantiles y los columpios suelen ser adecuados para niños a partir de los 6 meses en adelante, cuando tienen la capacidad de sentarse con apoyo y mantener la cabeza erguida. Sin embargo, algunos columpios y juegos pueden ser diseñados específicamente para bebés más pequeños.

Triciclos y bicicletas de equilibrio: Los triciclos y bicicletas de equilibrio suelen ser recomendados para niños a partir de los 2 o 3 años, cuando tienen la capacidad de mantener el equilibrio y la coordinación suficiente para usar estos vehículos.

Juguetes inflables acuáticos: Los juguetes inflables acuáticos, como flotadores o piscinas inflables, deben utilizarse bajo una estrecha supervisión y se recomienda que sean adecuados para la edad del niño, generalmente a partir de los 12 meses en adelante.

Juguetes y juegos al aire libre: Los juguetes y juegos al aire libre, como pelotas, cometas, juegos de lanzamiento y captura, pueden ser utilizados por niños a partir de los 2 años en adelante, siempre que sean apropiados para su edad y habilidades.

Es importante tener en cuenta que estas edades son solo pautas generales y cada niño se desarrolla a su propio ritmo. Además, es fundamental leer y seguir las recomendaciones específicas del fabricante sobre la edad y las capacidades recomendadas para el uso seguro de cada producto.

¿Son seguros los productos de ocio para mi bebé o niño?

La seguridad de los productos de ocio para bebés y niños es una preocupación importante para los padres. Aunque muchos productos están diseñados y fabricados con altos estándares de seguridad, es esencial tomar precauciones adicionales y seguir las pautas recomendadas para garantizar un uso seguro. Aquí hay algunas consideraciones:

Compra productos de marcas confiables y reconocidas: Opta por productos de ocio de fabricantes confiables que cumplan con las normas de seguridad establecidas. Investiga sobre la reputación y calidad de la marca antes de realizar una compra.

Verifica las certificaciones de seguridad: Busca productos que cumplan con las normativas y certificaciones de seguridad aplicables. Estas certificaciones suelen indicar que el producto ha sido sometido a pruebas rigurosas para garantizar su seguridad.

Lee las instrucciones y advertencias: Antes de utilizar cualquier producto de ocio, lee y sigue las instrucciones proporcionadas por el fabricante. Presta especial atención a las advertencias de seguridad y las recomendaciones de edad y peso.

Supervisión constante: Siempre supervisa a tu bebé o niño mientras utiliza productos de ocio. Estar cerca y prestar atención activa puede ayudar a prevenir accidentes y responder rápidamente si surge algún problema.

Inspecciona regularmente los productos: Revisa periódicamente los productos de ocio para asegurarte de que no haya piezas sueltas, desgaste excesivo o cualquier otro problema que pueda comprometer la seguridad. Si notas algún problema, deja de usar el producto de inmediato.

Seguridad en el entorno: Utiliza los productos de ocio en un entorno seguro y adecuado. Evita superficies irregulares, desniveles peligrosos o áreas con riesgo de caídas. Asegúrate de que el entorno esté limpio y libre de obstáculos.

Uso acorde a la edad y etapa de desarrollo: Utiliza los productos de ocio de acuerdo con las recomendaciones de edad y etapa de desarrollo del niño. Algunos productos pueden no ser adecuados para bebés o niños más pequeños debido a sus capacidades físicas y cognitivas.

¿Cuándo es seguro usar un andador para mi bebé?

Según la recomendación de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) y otras organizaciones de salud, no se considera seguro el uso de andadores para bebés. La AAP y otras instituciones desaconsejan el uso de andadores debido a los posibles riesgos para la seguridad y el desarrollo del bebé.

Los andadores pueden presentar varios riesgos para la seguridad de los bebés, como caídas por escaleras, golpes contra objetos peligrosos, acceso a áreas peligrosas o productos tóxicos, y un mayor riesgo de lesiones. Además, se ha observado que los andadores pueden retrasar el desarrollo motor normal de los bebés, ya que los bebés dependen de la ayuda del andador en lugar de aprender a caminar de forma independiente y desarrollar las habilidades necesarias.

Por lo tanto, se recomienda que los padres y cuidadores eviten el uso de andadores para bebés y opten por otras alternativas más seguras y recomendadas para fomentar el desarrollo motor y la exploración del bebé.

Algunas de estas alternativas incluyen proporcionar un entorno seguro y estimulante para el bebé, colocar al bebé en el suelo sobre una manta o estera de juego, permitir tiempo para el juego libre y proporcionar juguetes adecuados para la edad que fomenten el movimiento y la exploración.

¿Cuáles son los beneficios de usar un andador para mi bebé?

Aquí hay algunos puntos a considerar:

Movilidad: Los andadores permiten que el bebé se desplace más rápidamente y abarque mayores distancias en comparación con gatear o caminar con apoyo. Sin embargo, esto puede llevar a situaciones peligrosas, como caídas por escaleras o colisiones con objetos peligrosos.

Desarrollo motor: Los bebés necesitan pasar por las etapas naturales de desarrollo, como gatear y aprender a caminar, para desarrollar adecuadamente sus habilidades motoras, equilibrio y coordinación. El uso de un andador puede retrasar o interferir en el desarrollo normal de estas habilidades.

Seguridad: Los andadores pueden brindar una falsa sensación de seguridad, tanto para los bebés como para los padres. Los bebés pueden acceder a áreas peligrosas o productos tóxicos y los padres pueden tener dificultades para supervisar y controlar adecuadamente los movimientos del bebé mientras está en el andador.

Es importante destacar que los beneficios del desarrollo motor y la seguridad del bebé se pueden lograr mejor proporcionando un entorno seguro y estimulante en el suelo, donde el bebé pueda gatear, jugar y aprender a caminar de forma natural. Esto permite que el bebé desarrolle las habilidades motoras, de equilibrio y coordinación de manera segura y a su propio ritmo.

¿Cuáles son los riesgos asociados con el uso de andadores para bebés?

El uso de andadores para bebés conlleva varios riesgos para la seguridad y el desarrollo del bebé. A continuación, se enumeran algunos de los riesgos asociados con el uso de andadores:

Caídas: Los andadores permiten que los bebés se desplacen rápidamente y pueden aumentar el riesgo de caídas, especialmente en superficies irregulares o escaleras. Las caídas desde un andador pueden causar lesiones graves, como fracturas óseas, lesiones en la cabeza o en otras partes del cuerpo.

Golpes y colisiones: Los andadores pueden permitir que los bebés se acerquen a objetos peligrosos, como mesas, estanterías o electrodomésticos, y pueden resultar en golpes o colisiones. Esto puede causar lesiones, como cortes, magulladuras o contusiones.

Acceso a áreas peligrosas: Los andadores pueden permitir que los bebés accedan a áreas peligrosas de la casa, como escaleras, piscinas, estufas calientes o productos químicos. Esto aumenta el riesgo de accidentes graves.

Retraso en el desarrollo motor: El uso de andadores puede interferir en el desarrollo motor normal del bebé. Los bebés necesitan pasar por las etapas de gatear y aprender a caminar sin ayuda para desarrollar adecuadamente sus habilidades motoras, equilibrio y coordinación. Dependiendo del tiempo que un bebé pase en el andador, puede retrasar o impedir que adquieran estas habilidades de forma natural.

Dependencia del andador: El uso prolongado del andador puede hacer que el bebé se acostumbre a depender de él para moverse en lugar de aprender a caminar de forma independiente. Esto puede retrasar el desarrollo del equilibrio y la coordinación necesarios para caminar sin apoyo.

¿Hay alternativas seguras a los andadores para bebés?

Sí, hay varias alternativas seguras y recomendadas a los andadores para bebés. A continuación, se mencionan algunas alternativas que fomentan el desarrollo motor del bebé de manera segura:

Tiempo en el suelo: Permitir que tu bebé pase tiempo en el suelo es fundamental para el desarrollo motor. Coloca una manta o estera de juego en una superficie segura y deja que tu bebé explore, gatee y juegue libremente. Esto ayuda a fortalecer los músculos, mejorar el equilibrio y desarrollar las habilidades motoras necesarias para gatear y caminar.

Juego libre: Proporciona juguetes y objetos seguros y apropiados para la edad de tu bebé. Estos juguetes pueden estimular el interés y la exploración, lo que a su vez fomenta el desarrollo motor. Por ejemplo, juguetes de arrastre, pelotas de diferentes tamaños, bloques para apilar, juguetes para empujar, etc.

Ayuda y apoyo adecuados: Si tu bebé muestra interés en estar de pie y caminar, puedes ofrecerle apoyo y ayuda adecuada. Esto incluye sostener las manos del bebé mientras camina, utilizar un juguete de empuje o carrito de paseo, o proporcionar muebles estables y seguros para que el bebé se sostenga mientras se desplaza.

Caminadores de empuje: En lugar de un andador con ruedas, considera utilizar un caminador de empuje, que proporciona estabilidad y apoyo al bebé mientras aprende a caminar. Los caminadores de empuje tienen una estructura sólida y ruedas bloqueables, lo que permite al bebé mantener el equilibrio y control mientras se desplaza.

¿Cuándo es apropiado usar muletas para un niño?

El uso de muletas para un niño es apropiado en situaciones en las que el niño presenta una lesión o afección que afecta su capacidad para caminar de manera segura y sin dolor. Algunas de las condiciones comunes en las que se pueden recomendar el uso de muletas para niños incluyen:

Fracturas óseas: Las muletas pueden ser necesarias para ayudar al niño a caminar mientras se recupera de una fractura en una pierna o pie. Esto proporciona apoyo y evita la presión o el peso excesivo en la extremidad lesionada.

Lesiones en articulaciones: Si un niño tiene una lesión en la rodilla, tobillo u otra articulación que dificulta la capacidad de caminar, el uso de muletas puede ayudar a aliviar el dolor y permitir la movilidad sin poner peso en la articulación lesionada.

Cirugía ortopédica: Después de ciertos procedimientos quirúrgicos ortopédicos, como la corrección de deformidades o la reparación de ligamentos, se pueden utilizar muletas para ayudar al niño a caminar durante el proceso de recuperación.

Afecciones crónicas: En algunos casos de afecciones crónicas que afectan la movilidad, como la parálisis cerebral o la distrofia muscular, las muletas pueden ser parte del equipo de apoyo para ayudar al niño a mantener la movilidad y la independencia.

¿Cómo elegir el tamaño adecuado de las muletas para un niño?

Al elegir el tamaño adecuado de las muletas para un niño, es importante considerar la altura del niño, la longitud de sus brazos y las recomendaciones del fabricante. Aquí hay algunos pasos que puedes seguir:

Consulta las recomendaciones del fabricante: Cada fabricante de muletas puede tener sus propias recomendaciones de tamaño. Verifica las instrucciones proporcionadas por el fabricante y busca la guía de tallas específica para niños.

Mide la altura del niño: Mide la altura del niño desde el suelo hasta la axila mientras el niño está de pie. Esta medida te dará una indicación inicial del tamaño adecuado de las muletas.

Ajusta la altura de las muletas: Algunas muletas para niños son ajustables en altura. Asegúrate de que las muletas que elijas tengan esta característica para que puedas ajustarlas según la altura del niño.

Verifica el ángulo del codo: Cuando el niño sostiene las muletas, los codos deben estar ligeramente flexionados, aproximadamente entre 15 y 30 grados. Esto proporciona una posición cómoda y adecuada para caminar con las muletas.

Prueba las muletas: Antes de utilizarlas, asegúrate de que las muletas sean del tamaño adecuado para el niño. El niño debe poder sostener las empuñaduras de las muletas cómodamente y apoyar los antebrazos en las almohadillas de las axilas sin que haya presión excesiva o molestias.

¿Cuál es la forma correcta de usar las muletas infantiles?

El uso correcto de las muletas infantiles es crucial para garantizar la seguridad y comodidad del niño mientras camina con ellas. A continuación, se describen los pasos básicos para utilizar adecuadamente las muletas infantiles:

Ajuste de altura: Asegúrate de que las muletas estén ajustadas correctamente a la altura del niño. La altura adecuada se logra cuando las empuñaduras de las muletas están a la altura de las muñecas del niño, permitiendo que los codos estén ligeramente flexionados (entre 15 y 30 grados) cuando el niño sostiene las muletas.

Agarre de las muletas: El niño debe sujetar las empuñaduras de las muletas con firmeza. Los dedos deben envolver las empuñaduras y el peso del cuerpo debe apoyarse en las manos y no en las axilas.

Postura corporal: Es importante mantener una postura erguida al usar las muletas. El niño debe mantener la cabeza levantada y la espalda recta mientras camina. Esto ayuda a mantener el equilibrio y reduce la tensión en los músculos y articulaciones.

Pasos pequeños y regulares: El niño debe dar pasos pequeños y regulares mientras camina con las muletas. Se recomienda comenzar con movimientos lentos y controlados, y luego aumentar gradualmente el ritmo a medida que el niño se sienta más cómodo y seguro.

Distribución del peso: El peso del cuerpo debe distribuirse de manera equitativa entre las muletas y la pierna o piernas no afectadas. El niño debe evitar apoyar peso excesivo en las muletas o en las axilas, ya que esto puede causar molestias o lesiones.

Escaleras y desniveles: Cuando el niño se encuentre frente a escaleras u otros desniveles, es importante tener precaución adicional. Se puede utilizar una técnica llamada "subir y bajar de escaleras con muletas", que implica avanzar o retroceder un escalón a la vez y utilizar el apoyo de las barandillas o de un adulto.